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Crónicas de una Conversación Anticipada

Hacía ya mucho tiempo que no se visitaba este lugar.
Hacía muchas vueltas al sol que Corazón no necesitaba de tinta para sanar.
Hacía ya un sinfín de lágrimas que los ojos se habían secado.
Hacía mucho tiempo que ya había sido mucho.

Estaban aquí, nuevamente, en un momento de inspiración.
Un momento, como los de siempre, a solas y desorientados.
Una noche en la que la amiga Nostalgia tocaba a la puerta;
y gustosamente la invitaban a pasar puesto su presencia era requerida.
Corazón, como cosa rara, había tomado el rumbo hacia una situación peligrosa
y Mente, queriendo hacerse la madura, era quien había pactado esta cita.

Mente sonrió amargamente puesto sabía que después de esta conversación Corazón saldría sanado o con una herida mortal. Por un momento lamentó haber hecho esa llamada; si la balanza se inclinaba a la segunda opción le tocaría limpiar el desastre ocasionado pero ya era de tontos arrepentirse. Así que se sirvió un trago de Whisky en las rocas para tragar el nudo que se le había formado en la garganta, a la vez que le sirvió a Nostalgia un Martini seco y a Corazón un tequila, puesto sabía que lo necesitaría para tomar valor y empezar a hablar.

De nada sirve preguntarte como estas querido, puesto mi visita basta para saber que las cosas no van bien - dijo Nostalgia mientras encendía su cigarrillo y daba un sorbo a su Martini con una sonrisa petulante. Corazón, sin titubear se empinó el shot de tequila y sollozó levemente. - ¿Será que es suficiente uno? - se preguntó Mente, a lo cual respondió acercando la botella a Corazón y se retiró como acto seguido. Creyó oír a Corazón decir "cobarde", pero no podría ver ese desmembramiento aunque hubiera sido quién lo orquestó, por lo cual cerró la puerta del estudio y apagó todas las luces de la casa - Mañana será otro día y ya entonces analizaré los daños colaterales. Hoy solo quiero estar y no estar, pensar y no pensar, sentir y no sentir, hoy solo quiero existir - expetó a la oscuridad antes de apagar la luz de su cabeza.

A lo lejos, un llanto inundó toda la casa. Era Corazón. La conversación había iniciado.

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