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Juegos Mentales

La mente humana es uno de los más complejos y indescifrables sistemas en toda la naturaleza. Años y años de investigación no han podido establecer completamente la forma en la que funciona el cerebro humano, se han podido establecer características dominantes y conductas repetitivas pero no más. ¿El bien y mal humano conviven en equidad en la mente o uno predomina al otro? ¿Estamos predispuestos mentalmente al mal o al bien? ¿La locura es la cordura del ser o la cordura es la locura del alma?

Si algo he aprendido en las pasadas semanas es que nada aparenta ser lo que es. Las personas aparentan y mientan a conveniencia propia sin importar el daño que puedan hacer a los que le rodean. Soy de la creencia que mal y bien conviven en la mente, más sin embargo uno predomina al otro según la persona, su pasado y experiencias; pero más que todo, la forma de enfrentarse ante estas situaciones define entre blanco y negro. No hay matices grises, es una decisión de si o no. Y al parecer Sebastian siempre había sido ese "no" que debí evitar desde el inicio. Sus ultimas actitudes me demostraban que todo podía haber sido tan solo una farsa. Nos había alejado a todos, había dejado salir su parte auto-destructiva como me lo había anticipado, pero no pensé que fuera a doler tanto y a la vez ser la que me abriera los ojos.

"No quiero destapar esa parte auto-destructiva de mi, porque es la parte mas oscura de mí y se que al salir lastimará a todos a mi alrededor y no podré evitarlo" sus palabras sonaban como disco rayado en mi cabeza. Nunca, en toda nuestra historia, lo había visto tan débil y frágil como lo vi esa tarde. Esa misma tarde en la que lo bese de verdad por última vez, misma tarde en la que me di cuenta que ya no estaba... Pasión, deseo, enamoramiento, ilusión, alegría, todos, sentimientos que se experimentan en un beso y más si es con una persona especial, todos, sentimientos que habían desaparecido en ese beso entre nosotros. No,¡no puede ser!. Me negaba a aceptar que todo había muerto de mi parte, eso no podía ser. Con mis manos lo agarre del cuello y atraje de nuevo hacía mi, a pesar de que sabía que estaba a punto de romperse en pedazos y que no era el mejor momento para forzar las cosas, no podía dejar las cosas así sabiendo que ya no sentía nada, que ya no había nada de todo lo que sentía por el en mí. Nuevo beso, nueva caricia, mismo vacío en mi interior.

Todo esto cruzaba mi cabeza mientras oía a Edith contarme la historia de como Sebastian había, no solo roto su confianza, sino la había apuñalado por la espalda. ¿Cómo pudo Sebastian hacer algo así, si es de las cosas que mas odia que haga alguien? ¿Cómo se lo pudo hacer justo a ella, a Edith que había dado tanto por el como amiga? - No es de confiar Santi, ¡no lo es!. Y créeme, no lo digo porque esté molesta y piense con el hígado en este momento, simplemente Sebastian no es alguien en quien se pueda confiar, tené mucho cuidado con él. - exclamó, haciéndome considerar todo. ¿Si en los últimos meses había crecido la confianza entre Edith y yo porque no era capaz de contarle la verdad aún?. Lo decidí en ese momento, era ahora o nunca. Y se lo dije todo de un solo, sin ton ni son, le conté la verdadera historia entre Sebastian y yo y como había cambiado inclusive conmigo en los últimos días. Ella no pareció inmutarse ante la confesión de mi bisexualidad - Santi, sabes que contas conmigo siempre y te apoyaré siempre, simplemente, no creas en Sebastian, él vela por su propio bien y no les importan los demás. Hizo sus propias reglas y fuimos simples victimas de su juego mental.

Juego mental de Sebastian, no era una nueva idea en mí, pero era primera vez que alguien compartía el sentimiento e idea de haber sido usados en un juego mental para entretener a una mente vacía y llena de egocentrismo... Lo peor de esto, lo peor de darte cuenta de que tal vez solo fuiste un peón en una jugada maestra es que consideras todos los recuerdos compartidos, te ves a ti mismo como espejo ante ellos y te preguntas ¿Qué tanto de eso fue real? ¿Qué tanto fue solo planificado y actuado? ¿Qué tan ingenuo fui al no verlo desde el inicio?... Lo sabía, muy ingenuo fui, me deje engañar por el lobo sediento y destructor que aparentaba ser un lobito herido y confundido. A pesar de todas las advertencias decidí confiar en mi instinto de superhéroe y probé la amarga derrota al ver que dí mas de lo que recibí, como siempre. Pero en este caso, había dado aún más por alguien que no le importo, alguien que tan solo me utilizó como su juguete y luego deshecho... Pero este no era el fin, no me iba a dejar vencer, si bien este era un juego, ¿quién dijo que no podíamos jugar los dos?.

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