Un poco, todo o nada de mí...

Y así terminaba una larga plática y reflexión con un gran amigo. El drama de las últimas semanas había colmado mi limite y era hora de sacar conclusiones, hora de hacer cambios y volver a orientar lo que se había perdido. Había llegado una nueva noche, y con ella era hora de cerrar el capítulo de un libro que había pasado ante mis ojos, libro del cual había formado parte por querer encajar en el ambiente, libro del cual me había adueñado de un personaje sin ver lo poco que este se parecía a mí y lo inútil que eran mis esfuerzos por querer ser algo que no era. Este mundo no es color rosa y menos cuando se vive en un ambiente de celos y habladurías a las espaldas; donde si sales con alguien por un café un día, en menos de 3 horas ya lo saben todos y hasta es Top Trending en los peladeros del rollo. Donde no puedes empezar a salir con alguien nuevo porque se convierte en el trozo de carne fresca del cual todos repentinamente quieren volverse "amigos" en Facebook (que al fina

No es que no te olvide, no es que te extrañe, no es que no te supere, no es que aún te ame... No olvido los momentos juntos, no olvido lo que de ti aprendí, no olvido los mutuos sentimientos, no olvido lo que a tu lado yo viví. Me hacen falta platicas sin sentido, me hacen falta caricias inadvertidas, me hace falta el futuro construido, me hacen falta miradas escondidas. No supero los lugares visitados, no supero las aventuras creadas, no supero los poemas recitados, no supero las canciones dedicadas. No es que yo aún te ame, no es que yo aún te piense, no es que a ti yo me aferre. Si bien fuiste un amor espontáneo para mi fuiste un amor sincero, un amor por explosivo, momentáneo, un amor por explosivo, verdadero. De esos amores que se encarnan en la piel de esos amores de los que no se ha de volver. De esos amores de sabor dulce como miel de esos amores difíciles de creer. No es que yo aún te ame, no es que yo aún te desee, no es que yo aún te anhel

Te extraño como la luna al sol cada noche que ve pasar, te extraño como la brisa que acaba de soplar, te extraño como la primavera que acaba de terminar, te extraño como el verano que no quería finalizar.. Te extraño un poco mas con cada respirar, te extraño como cielo que me podía abrazar, te extraño como estrella que me hacia volar. Te extraño como besos miel que me hacían pecar, te extraño como ojos que infinitos me hacían trazar. Te extraño y mas no lo puedo callar, pues mi alma a tu lado quiere estar, te extraño como presente pensar, te extraño como ausente cantar, te extraño como futuro sin crear, te extraño, mi vida, como solo a ti te podría extrañar.

Mascaras... Después de usarlas tanto tiempo y tantas veces dejas de saber cuando eres real. Fantasmas y demonios que se vuelven sombras del ayer y pesos muertos hoy. Sueños que ya no sabes si son sueños tuyos o de alguien mas, deseos que ya no sabes si son del corazón o simplemente para obviar la tormenta que está dándose en el interior. Caminos que se te abren pero sientes no merecer, indecisiones que aquejan el alma y no dejan reposar, queriendo evitar el mayor alcance de daños puede que no sobreviva.. Un mundo de hipocresía en el que al final te preguntas si no eres un hipócrita más. Deseo tanto huir, alejarme de todos y gritar, gritar hasta quedarme sin voz, gritar hasta expulsar todo el dolor que cargo dentro, gritar hasta que el mundo sepa lo roto que estoy por dentro. Es increíble lo buen actor que puedo ser, me logre engañar hasta a mi... Tonto, tonto, tonto. Este dolor, este peso es mas de lo que pensé, estoy a punto de caer y no se si tenga la fuerza para levantarme y segu

No hay luz sin sombra ni día sin noche. No importa si se es optimista o no, la realidad es esa. No existe una sin la otra. De más es el intento de mi ser por vencer las tinieblas, en vano es esa lucha contra los monstruos de ayer. Tal vez sea lo valiente para frenar y callar los demonios más esos los puedo ver venir y contra ellos arremeter. Pero ¿qué pasa con esos fantasmas de mi mente? Son invisibles y hasta el momento invencibles, no importa lo mucho que me esfuerce o pelee, podré creer que los vencí y aparte de mi vista pero como culebra en matorrales, como oscuridad en luz se van metiendo poco a poco, calando bajo la piel entrando al alma y llegando al corazón, sin uno ver. Solo se necesita un golpecito para ver el avance del mismo un golpe a la realidad del ser y la relación para que reaccione. ¿Cómo luchar? o más bien ¿Para qué luchar? Ya tantas noches solo con estos fantasmas que me harté de luchar me harté de dar pelea y resistirme a sus garras que claman m