Ir al contenido principal

Noche de desvelo

- ¿En que momento paso todo esto? - pregunto al aire mientras miro el estrellado cielo de mi recámara. - ¿Cómo es posible que en un mes todo nuestro mundo diera vuelta? ¿Cómo chingados paso de ser a quien le cantaba 'I Knew You Were Trouble' a quien le canto 'My Life would Suck Without you'?. Mil pensamientos corrían por mi cabeza, cien historias con finales felices y otro ciento con finales no tan felices.

A lo largo de todo el último mes me había imaginado completamente todos los escenarios posibles de como podía ser o como podría terminar nuestra historia de amor. Mis inseguridades estaban al borde del precipicio, no era precisamente algo fácil de aceptar. Las advertencias estaban puestas, pero claro, mi sentido de sobrevivencia era nulo y había brillado por su ausencia. Sabia a lo que me enfrentaba, sabia que podía ser una ruptura de corazón inevitable, un bello desastre que besaba de una forma adictiva. Y ese precisamente era mi propio cielo e infierno.

Pero sin importar que pasara mañana, estaba seguro completamente de 2 cosas en este momento. Estaba enamorado de Sebastián, había roto la única regla entre nosotros hace un par de semanas - El que se enamora pierde - resonó su voz en mi cabeza. La segunda, Sebastian sentía algo por mí, algo díficil de comprender inclusive para mí. Era un cariño de amistad con un poco de pasión, deseo, miedo al fracaso y definitivamente algo de amor. Podia ser que se estuviera enamorando de mi, como pudiera ser que no. Eso si, luchaba contra si mismo para alejarse y salvar la amistad ante todo. Seguía sin saber que parte de él ganaría y eso me preocupaba por las noches y era una parte de la razón de mi desvelo.

El calor era insoportable, pero el frío se hacía presente. Frío que trepaba desde mis pies hasta lo mas alto de mi espalda, y claro, como no iban a sentir frío si ya habían pasado un par de noches siendo abrazados por alguien más. Era inútil negar que Sebastian había sido con el primer hombre, fuera de mi familia, con quien había compartido una cama, más el hecho de mis confusos sentimientos por el y su dulzura al momento de estar solos; sus abrazos, besos, caricias, susurros al oido. - ¿Cómo chingados esperaba que no me enamoraba si cada vez muestra su parte tierna y romántica que me agrada cada vez más? - Recorrer con la mente cada gesto y facción suya era uno de mis pasatiempos favoritos últimamente. Su sonrisa juguetona la cual era muy distinta a la sonrisa después de un beso o a la después de un momento de sinceridad de sentimientos. - Maldita sea, debo de dejar de pensar tanto en el asunto. - Media vuelta y a dormir, era lo único que podía decidir completamente esta noche.

Comentarios